Cuando supe que Monsivaís, Ponyatowska, Ibarra de Piedra, y Salinas (no Salinas Pliego, aunque quizá sí pues Elektra es tan Kitsch como el PRD, Rosario Robles y Súper Barrio juntos) apoyaban la candidatura del pejendejo aquél, supe que algo andaba mal... Algunas de las personas por las que yo, un perro callejero, guardaba un poco de respeto aún, sobre todo por Ibarra de Piedra y Monsivaís, debo admitir que eso me hizo dudar, quizá esa era la razón de esa alianza estratégica, estas personas que se suponía bien informadas de muchos rollos políticos, estaban de lado de López Obrador, eso proyectaba algo.
Conocí a Monsivaís en un librero de mi casa. Siempre hubo libros en ella y cuando necesité algo siempre estaba ahí... vestigios de una familia universidalizada, jugarretas de la vida, necesidades del continuo climbaje estrato social errático generalmente desviado y pervertido.
De Ibarra de piedra conocía un poco de lo mucho que tiene que mostrar. Un fantástico documental de Rafael Korkidi me mostró que puedes perder la voz de furia y que tus puños se convierten en dos armas cuando sientes el dolo que todas esas madres sufren.
Y la verdad es que soy apartidista y apolitizado, más bien me gustan las viejas y el chupe. Pero sí estoy seguro de que la política en México, venga del partido que venga, es una porquería que debería darnos vergüenza internacional. Por qué seguir con lo mismo y por qué sentirte de izquierda sólo por llevar la contraria, por estar in en lo subversivo, anárquico, una manera de conformarnos culpando a los demás y encontrando una solución a nuestra putrefacta realidad, - la culpa la tiene el PAN o el PRI -, pero todos son lo mismo, la clase política es el problema.
Ni siquiera sabes que en Nueva York están vendiendo tu culo mientras apoyas con los ojos cerrados a tu líder, tu caudillo, tu nuevo Benito Juárez. Es triste ver la fuerza con la que se aferran los politizados izquierdistas, los “informados”, a redimir al PRD, a querer encontrar algo bueno en donde nunca lo hubo. Los círculos del poder velan por sus intereses y gobiernan en un sentido abstracto que a simple vista se ve disfrazado por los errores terrenales mientras mueven negocios multimillonarios en latitudes que no comprenderíamos jamás. Andrés Manuel no era el salvador como tampoco lo será Calderón. El problema está en cada uno de nosotros.
Hace poco Monchi – Vaís mando a la burguer al PRD y admitió que estaba en un error…